sábado, 19 de noviembre de 2011

Macumba o muerte


Un explorador va por la selva y de repente se encuentra a un negro con una lanza. El negro le apunta amenazador y le pregunta: “¿Macumba o muerte?”. El tío no sabe qué es la macumba, pero supone que será mejor que la muerte, así que responde: “Macumba”. El negro le baja los pantalones, le da la vuelta y le sodomiza a gusto. El explorador reemprende su camino, un poco escocido y al loro de no encontrarse con más negros, pero detrás de un árbol le salen al paso diez negros. El jefe le apunta con la lanza y le pregunta: “¿Macumba o muerte?”. El tío se acuerda de su anterior experiencia sexual y dice: “¡Muerte!”. El negro se le queda mirando y le responde: “Bueno, pero antes un poquito de macumba, ¿eh?”.

Esto es un chiste, aunque en blog pierde mucho. En cambio, lo de mañana, aunque se parece bastante al dilema del explorador, no tiene ninguna gracia. Según la mayoría de los medios, y de la gente de la calle, tenemos que elegir impepinablemente entre dos únicas opciones, a cual peor. La una, Rubalcaba, consiste en que nos den por el culo como ya nos han dado en los tres últimos años con el Gobierno del PSOE del que Rubalcaba –no lo olvidemos- era vicepresidente. La otra, Rajoy, consiste en que liquiden definitivamente los derechos sociales que tanto les costó a nuestros padres y abuelos conseguir. ¿Rubalcaba o Rajoy? ¿Macumba o muerte?

Habrá quien diga que, ante esta disyuntiva, se quedará en casa y no irá a votar. Lo que haría el explorador si se negara a contestar, vamos. Pero, ¿alguien cree que, ante su silencio, los negros le dejarían ir alegremente? ¿Alguien cree que dedicar el día de mañana a rascarnos alegremente la parte de nuestra anatomía que prefiramos servirá de algo? ¿El vencedor de los comicios cambiará sus políticas o los diputados renunciarán a sus actas por ilegítimas si mañana hubiera un 60% de abstención? Todas estas son preguntas retóricas, naturalmente; yo al menos estoy convencido de que la respuesta es no.

¿Qué hacer, entonces? Cada uno, lo que le dé la gana, claro está. El que quiera, que vote en blanco. Así subirá el listón mínimo para que los partidos minoritarios puedan entrar en el reparto de escaños, haciendo aún más injusta la Ley D’Hont. El que considere más conveniente votar nulo puede meter fotos de Merkel, participaciones de Standard & Poor’s o un papel manchado de chorizo; al fin y al cabo, su valor es anecdótico.

También se puede votar a un partido de los llamados pequeños, en función del más afín a las ideas de cada uno (IU, Amaiur, FAC, Equo…). Si la idea cunde, habría más partidos diferentes con pocos escaños en el Congreso, que defenderían posturas distintas a las de los componentes del bipartidismo. No habría mayorías absolutas (que todos sabemos que se convierten en cheques en blanco vía rodillo parlamentario) y la vida parlamentaria se volvería más inestable, lo que dejaría más puertas abiertas a la participación del pueblo en la política. Los regímenes más estables son las dictaduras, pero también en los que hay menos libertad.

No obstante, siempre he defendido que la política es, o debería ser, mucho más que elegir a nuestros amos cada cuatro años. Las elecciones de mañana son un acto político, sí, pero también lo son una manifestación, una huelga, una asamblea o un referéndum. Si no nos volvemos a ocupar de la política y de los políticos durante los siguientes 48 meses, ellos se ocuparán de nosotros, y no para defender nuestros intereses, sino los suyos y los de los mercados. La participación política es mucho más que las migajas que nos dejan periódicamente. Nos corresponde a nosotros reclamar y defender nuestros derechos todos los días, independientemente de lo que digan los 350 prebostes del Congreso. Yo no quiero muerte, pero tampoco quiero macumba.

2 comentarios:

  1. Comparto tus reflexiones, yo pasé por Sol a medio día, no había mucha gente, y por la tarde estuve de cumpleaños. Así que me resultó imposible ir a todo lo de la tarde de Sol, pero el trabajo en mi asamblea ha ido por el mismo camino, y con las mismas conclusiones. Al final, Equo ha tenido mucha publicidad, espero que llegue a un escaño en madrid, y junto con los de UPyD e IU, resten todo lo que sea posible a PPSOE, que con lo que arrasaran en las demás provincias, difícilmente cambiará la cosa. Una lástima, porque tendremos tanto Macumba como Muerte.

    Un saludo SERGIO

    ResponderEliminar
  2. Bueno, al final parece ke Equo ha sacado un escaño en Valencia y Amaiur ¡7!. Es curioso ke el unico partido "de izquierdas" ke ha bajado sea el PSOE, da ke pensar y me da un poco de esperanza de cara a lo ke se nos viene encima.
    Un abrazo

    ResponderEliminar